PASIÓN POR MOLINA OCAMPO Y LA PINTURA

Una de mis grandes pasiones, es la pintura, plasmar a través de los trazos y pinceladas todo lo que mi corazón siente en ese momento.

Esta vez, mi publicación sera destinada al arte de los óleos.

Después de mi primer cuadro, mi hijo, que estudia agronomía me pidió para su lugar de estudio, un cuadro.

Tanto a el como a mi, nos apasiona Molina Ocampo, su forma de retratar de manera tan figurativa la vida de campo y del gaucho argentino, un inmenso orgullo nacional.

Florencio Molina Campos en el Rancho Los Estribos

La fidelidad a Molina Ocampo, me impide pintar de la misma forma que el, en mi reiterpretación, plasmo toda mi sello personal, convirtiéndose en una forma de más de admirar a este pintor.

Se convirtió en un desafío muy grande, encontrar el dibujo justo y pensar en todas las posibilidades, ya que tengo una manera de pintar distinta, pues no me gusta todo plano, mas bien, ir colocando elementos a medida que voy pintando. Por eso tomo el dibujo y comienzo a estudiar posibilidades de un cuadro diferentes a partir de mis ideas. Colores distintos, pinturas distintas, hasta algún motivo que enriquezca la escena, me resultan imprescindibles.

Los óleos son fascinates, ponerlos sobre la paleta, mezclarlos entre si, descubrir la combinación de colores, todo sale de la imaginación ya que la técnica la voy aprendiendo, ya que nunca asistí a clases de pinturas, solo el tezón y la perseverancia lograron esto.

Tarde dos meses, casi tres diría, en esta pintura, pero haberla terminado y superarme a mi misma fue lo mas importante.

Este cuadro guarda un valor sentimental inconmensurable. Hoy cuando lo veo colgado en la pared donde vive mi hijo, me produce una inmensa felicidad y gran satisfacción. Un pequeño pedazo de mi con aires de campo acompaña a mi hijo en su ardua tarea en una jornada de estudio. Es como estar con el todo el tiempo.

Hasta el próximo blog...